Un porta documentos perdido

 Un porta documentos perdido

Mi vuelo de conexión de Madrid a París lo he tomado con excesiva calma después de haber dejado el agradable sabor de una grata conversación con mi hermana en el aeropuerto Barajas de Madrid, al cual había salido precisamente para lograr esta amena charla.

A pesar de lo descongestionada que se encontraba la terminal de pasageros, un largo tiempo me tomó llegar al lugar donde debía abordar el vuelo que conduciría a mi destino final. Por desgracia estaba en uno de los extremos del inmenso aeropuerto de Barajas.

Mientras arrastraba el pequeño carrito que llevaba mi único equipaje que constituía apenas una mochila, miraba el tablero que indicaba las condiciones de mi correspondiente vuelo.

Sobre la letra E, por cierto la última, veo que mi vuelo anunciaba en el tablero "última llamada". De inmediato inicio una carrera obligando a mi carrito a avanzar con más velocidad. Sentí por  momentos que me faltaba el aire. Claro. Los reposos y las buenas comidas de navidad me regalaron diez kilos de más. Todo me pesaba. Creo que hasta el alma, quizás ésta, por la dejada de mi familia después de un encuentro de una semana plena de armonía. Encuentro que dejó un sello de pertenencia entre todos y cada uno de los 48 asístentes.

Los dos encargados de la compañía aérea Air Europe de controlar la entrada de  pasajeros al avión, me gritan desde lejos: ¿ "Para París" ?. Exhausto y casi sin respiración, sólo pude mover la cabeza en sentido afirmativo, ya las palabras no me fluían. Luego pensé, si yo íva en dirección a ellos, que sentido tenía esa pregunta en una inmensa sala donde solo me encontraba solo con ellos.?. Luego me dije. Están desesperados de que el último pasajero que era yo, llegara para poder cerrar el vuelo. ! Si eso era !. Yo entrando y vuelo cerrando. Ya no tenía carrito y me pesaba más que antes mi morral. Mi puesto en la parte trasera tampoco encontró sitio para mi pesado compañero, así que una azafata lo ubica debajo de cualquier asiento.

En el descenso del avión en el aeropuerto Orly de París, casi fui el último a causa de la búsqueda de mi valija.

En la zona donde ruedan las maletas de los pasajeros, ingresé a un baño, me introduje en un sanitario. Adentro. ! Mi gran sorpresa !. Un porta documentos colgado de un gancho estaba allí. Lo tomé un poco asustado y mientras mi cuerpo descansaba, examiné su contenido.

Encontré un pasaporte de un caballero Mejicano. Salgo un poco inquieto y solo gozaba de la soledad total, como cómplice de un acto indebido, quizás de mi parte.

En el exterior de las llegadas dentro de otra sala, sentado con calma total, examino con detalles el contenido. Iva colocando una a una los elementos que se encontraban en el interior, en la silla de al lado, pues soledad continuaba en mi compañía, no más de 10 pasajeros se contaban en aquella inmensa sala.

Dólares, cartas de amor, un Kindle, monedas mejicanas, dos libros, su pasaporte, su pasa bordo, etc. No logré obtener un número telefónico para contactarle luego, pero si una idea del personaje en cuestión: alguien que le gusta el arte, pues su libro a grandes rasgos mencionaba asuntos culturales de su México.

Me dirijí a la oficina de objetos perdidos pero la encontré cerrada. Solo un código QR, el que abrí y en un formulario logré declarar que había encontrado dicho elemento, dejando mis datos para que me contactaran.

No contento con esto, logré establecer contacto con un funcionario que había conocido y que trabaja en la compañía Air Europa, por intermedio de mi amiga Luisa que me lo presentó, la noche que tuvimos la ocasión de compartir una cena, unas semanas antes de mi partida a Colombia el 15 de diciembre del año anterior.

Le envié una copia del pasaporte encontrado, así mismo, le expliqué que dicho pasagero había llegado en el mismo avión  que en el que yo había llegado. En efecto, en su carta de embarque aparecía el puesto 7A, por lo que había descendido mucho antes que yo.

Nada pudo lograr mi contacto ya que, su tiquete había sido comprado por su pareja, de modo que no dejaba rastro de información pertinente a él.

Pensé en pasar al día siguiente de mañana al Consulado Mejicano, pero unas citas previstas me lo impidieron. Adicionalmente, ese día una huelga, contra el aumento a los 67 años para la obtención de la jubilación, paralizó en un 90% la ciudad.

Recurrí a mi sobrino Joan para que buscara en las redes y en los medios virtuales, mediante la copia del pasaporte del señor Mejicano. Un trabajo que logró con excelente prestancia mi sobrino, haciendo de muy buena manera el puente entre Roberto y yo.

Ese día de la huelga me contacta Roberto en la noche, pero no pude entregarle nada en vista de la hora y el frío que hacía en el momento. Sólo al día siguiente logré verlo a las 18h00 al lado de mi casa. Cuando llegan: una guapa chica me abraza como si me conociese mucho tiempo atrás, luego Roberto me pide permiso para hacer igual. Abrazos que liberaron serotonina y dopamina,  expresando una agradable sensación de bienestar, armonía, plenitud, gratitud y emoción. Dicha liberación fue mutua.

Nacía una relación instantánea, que se extendíó hasta altas horas de la noche, mostrando ellos su delicadeza, con invitación a cenar, donde me enseñaron las riquezas culturales de su estado Michoacan y su ciudad capital Morelia. !Claro!. Estaba ante dos funcionarios del Ministerio de La Cultura y que con sus conocimientos me enamoraron de su localidad.

Me explicaban sobre las mariposas Monarcas amarillas que vienen cada año desde Canadá a un bosque de la region al Este del estado de Michoacán conocida como Gangueo,  buscando una temperatura cálida. En un santuario que ellas eligieron, una migración donde vienen a reproducirse. Explicación de Roberto durante la cena que es interrumpida por Maritza para agregar, que es tal la cantidad de mariposas, que las ramas de los árboles se doblan, como haciéndoles la venía ante su llegada. Mi mente divagó hacia las mariposa amarillas de Gabriel Garcia Marquez, que lo asocia nuestro escritor con ese amor y la soledad del protagonista hasta su muerte. Pero tenía que regresar a la mesa con mis amigos y no podía enrrolarme en otras fantasías. "Quería saberlo todo". Como lo dice Charles Aznavour en su canción Natalie.

Agrega Maritza: "al parecer, la duración de una mariposa es de unos 45 días". Dato errado pero perdonado.

Me transportaban, estos seres, no sabiendo el regalo que me daban con todos estos relatos.

Luego Roberto ante mi demanda, explica sobre la ceremonia de los muertos, diciendo que es el descenso de las ánimas cuando esperamos  recibir a nuestros seres queridos a través, de todo un ritual mediante una ofrenda que se les hace a ellos, algo que en vida les gustaba, cigarros, la comida de preferencia, etc. Elementos que se colocan en un altar y se deben acompañar de otros elementos: sal para purificar, humo para limpiar, más un portal con flores, esa flor representa el fuego. Ese portal de fuego es por donde va entrar y luego va a salir el ánima. Esa flor conocida como cempasúchil de color anaranjado dura fértil solo esos dos días y solo florece una vez al año, dándose en abundancia, entonces la gente la toma y las colocan en una plataforma con escalas. Éstas a la vez guardan su simbolismo, en una de las escalas se debe colocar el retrato de la persona, para hacer la evocación y para saber que es por allí por donde debe entrar. Allí en Michoacan se hace al lado del Lago de Pascua, en un campo santo, que es un portal donde símbolicamente el hombre se comunica con los dioses. Es allí donde hubo una tregua y donde se funda la primera capital del imperio de Michoacan, luego se traslada a Morelia. Se debe asistir al evento con excesivo respeto y se deberá comer de lo allí preparado. La música allí, también es un elemento de la humanidad, reconocimiento por parte de la Unesco. 

Una variedad de música conocida como la pirekua, que no se repite en ningún lugar del mundo. Ella tiene según Roberto, ensambles muy interesantes.

Réplica Maritza: "es que todo es basado en la creencia de que el alma no muere, lo que es la vida después de la muerte. Lo que se presenta en el portal nadie lo puede tocar ni comer. Los alimentos deben estar calientes para que el anima se alimente con los olores. Con el olor pueden comer mediante una conexión de tacto. Les llevan música, mariachis, que fue por lo regular en vida su preferencia. Se pasan los allegados toda la noche con ellos". 

La tregua consiste en que allí alrededor del lago se reunieron los dioses para que los habitantes de los pueblos y aldeas de los alrededores del lago que eran enemigos, pudiesen convivir en paz".

Estaba tan emocionado con tanta cultura, que ya ni mi cena me deleitaba tanto como aquella conversación, porque me remito a la frase: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de su boca". Ese alimento verbal que me otorgaban me indujo a preguntar sobre una foto que vi en el libro Pacumi, que quiere decir Patrimonio Cultural de Michoacan, ese librito verde que me fue  obsequiado por Roberto. La foto en cuestión era de dos hombres colgados cada uno de cuerdas con la cabeza hacia el suelo.

Me explicó que consiste en Los Voladores de Paplanta, que consiste en una tradición prehispánica que se pasa en todo México y su objetivo es saludar a los cuatro puntos cardinales. Cada comunidad debe de elegir al tronco más alto de su ciudad. En su bosque con el máximo respeto se le pide permiso al árbol, para que colabore en este ritual que se hace en cada solsticio de invierno o verano, me parece. Es muy alto, de mucho peligro y demasiada adrenalina porque hacen girar este tronco de manera vertical donde están suspendidos los hombres a unos quince metros. En las puntas, tienen una técnica para enredarlo, para poder descender al ritmo de una danza. Descenso que puede durar de tres a cinco minutos y todo el tiempo están con la cabeza hacia abajo con mucha velocidad. Hay alguien arriba que está haciendo girar el tronco, a la vez está tocando un tambor acompañado con un silbato. Con una mano hace girar el tronco y con la otra toca el tambor. Es una estructura muy fuerte. En un sistema de alta técnica. Los más conocidos en México son los de Veracruz".

La danza va dirigida a los cuatro puntos cardinales porque cada punto tiene una deidad. Explica Martiza. Es muy habitual encontrar el Dios del Fuego, el del Agua, el de La Tierra. El ritual comienza por cortar  el tronco, hasta que  lo arman. Los vestidos que portan los hombres varían de región en región. En mi tierra los rituales son muy extenuantes y largos. Continúa explicando Roberto.

Por ejemplo: el ritual de las bodas dura cuatro y cinco días. Desde la preparación de la comida tres días antes, donde toda la comunidad participa en la boda, porque ésta es una boda también para la comunidad. Cierta familia lleva el puerco, otra la res,  otra más el maíz o el alcohol, hasta la servilletas las lleva otra familia  agrega Maritza, dándole a este punto una sonrisa burlona pero afectuosa a la vez. Comienza la boda que dura tres días durante los cuales toda la comunidad desayuna, almuerza y cena. Es un evento participativo y muy tradicional en toda la comunidad. Tradición que en la ciudad se ha perdido. Los hombres van a cortar la leña para el evento y las mujeres a recoger el agua mientras van cantando y danzando, en un acto muy colorido por sus vestimentas. Las mujeres con sus trenzas cuando pasan por las diferentes familias, allí les colocan un listón. Al final, el espectáculo es vistoso, las trenzas de las mujeres coloridas, combinadas con sus vestidos que han sido elaborados en telares por ellas mismas.

Agregan ambos que la charreria mejicana está considerada por la Unesco como Patrimonio Inmaterial e intangible de la Humanidad, porque en ella están incluidas  artesanias como la textil. En la actualidad, la charreria se compone de una serie de dinámicas acciones, conocidas como suertes, a las cuales se les agrega la escaramuza charra, donde se luce el colorido y habilidades ecuestres de la mujeres.

Me hablaron además de la capital del estado: Morelia. De su arquitectura sobre conceptos Renacentistas españoles fusionados con una experiencia mesoamericana construidos con la piedra rosa, con elementos barrocos y neoclásicos. Me explican, de su posición en lo alto de una colina dominando el Valle de Guayangareo, de la importancia de sus personajes en el desempeño de la independencia de México.

Mencionaron a Dario Ortiz un pintor colombiano. Por un momento creí que se trataba de mi primo, pues en la foto que me muestran de el, su parecido es total. Y es en el cuadro de una de sus obras, donde el hace un doble de su figura, aún más se me asimilaba a mi primo. Hombre que ayuda a muchos artistas colombianos a presentar sus obras en el país asteca.

Menciona además Maritza, que Morelia se constituye como ciudad Creativa de la Música y que guardan intercambio con Ibagué para este tema. Dos festivales a nivel internacional se presentan anualmente.

Observé el orgullo de esta pareja al tener para su región tantos galardones de parte de La Unesco, su entrega al trabajo cultural y su gran amor por lo que hacen.

No tuve necesidad de saquear lo encontrado, Roberto me regaló dos libros que habían en su interior, el uno editado por su equipo en el Ministerio, que muestra las bellezas de su región y los diferentes legados otorgados a la ciudad por la Unesco, como Patrimonios de la Humanidad, titulado Pacumi. Y otro las obras de un pintor y gravista desconocido totalmente y recuperado de la intelectualidad y después de su muerte: José Guadalupe Posada. Este regalo lo recibo el mismo día en hubiese nacido este artista, un 21 de enero, el día de Santa Inés. Las fechas cuando coinciden traen sus explicaciones intrínsecas.

Al final una caminada por las calles parisinas, dejan en mis amigos desde hoy una experiencia única en sus vidas, experiencia compartida ya que mi mejor encuentro no ha sido el porta documentos sino esta hermosa pareja que se complementan en el arte y la cultura.

Fray Domingo Otálvaro Ortiz. 24-01-2023