Trieste 16.09.2022

 Trieste

Septiembre 16 de 2022


Una corta ruta nos espera, por lo tanto salimos de Gratistuta después de un buen reposo, así como de un desayuno preparado con los víveres que habíamos comprado la noche anterior en un supermercado en la comarca de Gradiscutta. 


Pequeñas provincias como Varmo, Madrisio, Canussio y Fraforeano, Garibaldi, Ronchis, fueron quedando atrás, hasta llegar a Trieste a eso de las 11h30. Donde nos parecía un pueblo bonito, allí parábamos y por lo regular una visita a la iglesia la hacíamos.



Ellas son los monumentos que guardan los secretos de generaciones, conservan pecados dentro de la decoración en oro.


Su visita es mi busqueda de un no sé qué. Definitivamente las edificaciones religiosas son los mejores museos donde se puede orar, autoperdonar, reflexionar sobre los misterios de la verdad oculta dentro de ellas. 



Mesquitas, catedrales, iglesias, templos budistas, salones cristianos tienen sus dobles manejos y caprichos de los dirigentes de turno. 


Comenzamos a caminar por esta hermosa e imponente ciudad al borde del Mediterráneo y el Mar Adriático.


En cada paso nos asombrabamos de la imponencia de su arquitectura, pues una influencia austrohúngara se palpa en sus edificios. 



Las inmensas plazas es otro aspecto que nos deslumbra, en que los palacios, iglesias y edificaciones bien conservadas y protejidas son el reflejo de una gran riqueza.


Tiene un aire especial, vivo, propicia para la inspiración en el casco urbano o al bordo de mar.


La hermosa Piazza Unitá di'Italia se abre o por el Molo Audace y el Canal Grande. Se considera la plaza europea más grande frente al mar. En esta plaza cada edificio tiene algo particular, su magia es la historia que guarda, que se refleja a cualquier hora del dia. 



En el canal se encuentra la hermosa iglesia Ortodoxa Serbia de San Spiridione y de la Santa Trinidad. La cátedral es toda una reliquia así como la Sinagoga. 


Un canal que da al mar y se utilizaba para facilitar a las embarcaciones el cargue y descargue de las mercancias.


Me puse de espaldas al mar para tener a mi izquierda El Palacio de la Luogotenenza Austríaca. Hermoso con esos mosaicos que representan el escudo de la Casa de Saboya y a su lado el Palacio Strati. 


Nos ubicamos al borde del mar para disfrutar del paisaje marino. Justo al frente de La Escala Real, que la enmarcan dos esculturas, aqui era donde desembarcaban los reyes y otros personajes ilustres. Era la antigua entrada de la ciudad. 




La alcaldía se encuentra frente al mar, se identifica bien por dos figuras de bronce sobre la torre del edificio que golpean la campana cada hora. El Palacio Pitteri que se encuentra a la derecha de la alcaldía es el edificio mas antiguo de la plaza. La fuente que se encuentra en la mitad representa los cuatro mundos conocidos en la época; África, América, Europa y Asia, ella permanece desde 1.751.

Casi anexa a la gran plaza se encuentra esta Plaza de la Bolsa, la que fuese un centro financiero en el siglo XIX. Tambien se encuentra aquí la estatua de Leopoldo I de Austria, padre de Carlos VI, este último mandó construir el puerto.  

La Cátedral de San Giusto fue el último monumento visitado antes de dejar la bella ciudad. 

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